jueves

Lo hecho está hecho.


El  mira con ojos sinceros, con la pasión de sus brillos oscuros y la niebla que permanece en su pensamiento, él, me incita a sus delirios de placer con su sonrisa, me desviste con un aroma que ya no reconoce mi olfato, me atropella con su naturalidad postiza, me adorna a su antojo, me toma, me acomoda, sonríe de nuevo, me observa…  pareciese como si alguien más lo visitara.

El, en su terreno se hace fuerte, libre, es como el viento que no pertenece a nadie y hace parte de todo,  se llena de locuras y silencios repentinos que en ocasiones no dicen nada y otras tantas lo son todo;  sin embargo su manera de coquetearme me remonta a la pasión desenfrenada de aquellos gemidos de placer y dolor, sus caricias y besos morbosos, sus brazos largos, sus piernas atléticas pobladas de bellos ligeros y perturbadores,  su entrar y salir de mi cuerpo sin remordimiento alguno aun teniendo presente los testigos adornados en blanco duro, o crema o simplemente opacos espiándonos pendientes de cualquier repentino exclamor.

No hay pasión más deseosa que aquella que siempre esta impuesta por los recuerdos que el calor de las sabanas deja... Yo, me he dejado libre ante esas sensaciones que me han marcado, yo, siento tu sexo en mí, palpo tus gestos de amor hecho placer en mi boca y termino entendiendo que tus reacciones cada vez son más particulares, sonrío, recordar es un placer inequívoco que mientras más se trae a la cabeza más ansias genera poder tenerlas de vuelta.


Los dos, bajo un mismo techo somos un par de desconocidos que siempre juegan a conocerse  en aquel instante inventado, nos miramos, hablamos, me rio, te ríes, sonrió y ansío, sonríes y evades, te acaricio y reclamo, te levantas y  orinas, dejas de voltear mi nombre a tu antojo y empiezo a entender que personaje encarnaras.

Pretendo… Vestirme.
Me dejas vestir?
Hace frio y el cuerpo me reclama por la ausencia de calor en su ser. 
Me dejaras vestir?
No quiero entender quién eras, quién eres, quien te ha cambiado, que jabón lleva a tus nuevos placeres instantáneos, entiendo bien las reglas del juego pero no siempre me gusta seguirlas al pie de la letra.


Recojo mis partes de amor intenso ansioso de sexo desenfrenado y pongo en la meza otro donnadie que sabrá actuar tal cual tu antojo; las sabanas y la tv se confabulan para sabotear nuestro encuentro que siempre será más emocionante cuando la ciudad nos abraza en cualquier espacio desconocido incitándonos a la penumbra de tu sitio, ellas te acobijaran el cuerpo, él te permitirá observar las desgracias cotidianas, ellas calentaran tu miembro, tus nalgas, el pasara de china a Australia, ellas gozaran de tus abrazos mientras yo ansío un poco de tu espalda, él te mostrara paisajes, comidas y hablas codificados, ellas acudirán a tu auxilio mientras el sueño nos visita y nos aparta haciendo sentir que esa batalla ha sido ganada.


Encontraré cualquier papel húmedo para limpiarme de ti, se empieza a volver insípido tu olor y más si se empieza a fusionar con el mío...

llegaran muchas horas largas, sueños repentinos y amores de cielos, escogeré una postura acorde para no tener que moverme mucho y dejar que tu sigas estando aletargado en otros mundos,  los olores de aquel espacio se perderán entre tanto que nos ha pasado y la nariz se adaptara fácilmente a no diferenciar entre tu aliento, tus bóxer negros y pegados cual celda  estadounidense, tu cabello largo y ondeante con una extraño enredo que  oculta las sombras mezquinas de tus brillos instantáneos, nos vamos haciendo tan lentos en cualquier lugar que la razón que implique darle sentido a cualquier acto es el que nos hace perderle la magia a nuestros espacios furtivos.

Hoy hay necesidad de sentarnos frente.
Hoy dejaremos las palabras en su sitio.
Hoy no hay necesidad de pensar más, como dice Shakira en su canción “Lo hecho está hecho Volví a tropezar con la misma piedra que hubo siempre.
No puede ser nada normal
Acabar eligiendo tan mal
En materia de hombres soy toda una experta siempre en repetir mis errores.
No hay ceguera peor
Que no querer mirar.
Nunca me sentí tan fuera de lugar
Nunca tanto se escapó de mi control
Pero todo en este mundo es temporal
Lo eres tú y lo soy yo
En eso no decido yo.


No habrán más llamadas, se calmaran las líneas cortadoras de distancia, pasaran varios días, unas cuantas horas de más, algunos impulsos innecesarios y fallidos, lugares y gestos, actos y miradas, te veré correr al  mismo lugar en donde debí dejarte sin necesidad alguna de traerte de nuevo aquí, pasaran más días anunciando nuestra ausencia, botones verdes, saludos improvisados y ficticios nos delataran, y repentinos feliz noche nos traerán de nuevo al mundo.


Buenos días.

Los domingos me harán recordarte en especial por aquel beso que siempre sabe delatarte cuando intentas decirme NO MÁS Y QUIERES.